Los arcos de Tixtla de Guerrero

 

El espejo de los Dioses, como es conocida la antigua capital del estado, Tixtla, envuelve a propios y extraños en una de las tradiciones más características de este municipio.

 

Los Arcos, es una de las tradiciones que se realiza en el marco de las festividades de los fieles difuntos, en el que cobijados por los vientos y la luna del último día de octubre deja ver los colores, percibir los aromas y muestra las figuras que estas creaciones tienen, mismas que adornan las calles de diferentes barrios tradicionales que conforman a Tixtla, estos arcos son realizados por habitantes que siguiendo la tradición se organizan para poder lucir la obra que representará a su barrio.

Elaborados con flores que se siembran en la región y otros elementos que ayuden a crear figuras y representar imágenes, transformando y creando el emblemático arco que dará la bienvenida y guiarán el camino de nuestros difuntos a los fieles difuntos.

El Barrio del Camposanto, es quien encabeza popular festividad y quien recibirá el alma de los difuntos, como lo marca la tradición.

 

Listos los barrios ancestrales se ven desfilar, el barrio de El Santuario listo con sus verduras y el hombre del campo, San Lucas se ve pasar con su toro de madera, Santa Cecilia resuena con sus instrumentos musicales, el Fortín con sus creaciones en alfarería, otros más llegarán con fiesta, con su legado y con su historia en el arco qué reencuentra la vida con el suspiro eterno.

 

La fiesta de los barrios se acompaña de danzas tradicionales, los tlacololeros, los moros, chinelos, los diablos y los siniguales Manueles, entre otros, avanzan hacia panteón, bailando también y desfilando los danzantes con sones de tarima.

 

La cuna del caudillo del sur, es uno de los sitios de Guerrero que celebra la vida y conecta con la muerte al engalanar la fiesta de los fieles difuntos.